Por ese tal motivo, hoy sin mi vida yo estaré
Danzare entre los muertos, viles vivos ya no hay
Otra tarde de otoño, fría y seca sin nacer
La fuerza del impacto fue realmente dura
La emoción de los verdugos fue aun peor
Mis brazos solo había aquella sangre roja pura
Y en los ojos del silencio, solo había dolor
Escondió entre las sombras, ataúdes de colores
Blancas llamas se asemejan en nubes de pasiones
Ya no siento más mi cuerpo, consumido estoy ahora
A las grietas del ruin fuego, ha llegado la hora.