“Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro” 1984
Me peine muy rápido, y salí sin lavarme los dientes, recuerdo que el
comité había anunciado la propuesta numero 46, y el gobierno lanzo la
ley de cero privacidad. No seria conveniente tardar demasiado en formas
las filas, ya que podría haber castigos severos.
En la fila, no lograba ver que había adelante, yo soy de baja
estatura, fuimos marchando hasta que llegamos a la sala central del
congreso, una fuerte voz comento a relatar la nueva ley impuesta,
trataba sobre el uso obligatorio de los llamados “acompañantes”, era
simple, trataba de llevar a los acompañantes como si fuera una sombra,
vigilándonos y siguiéndonos donde quieran que vayamos.
Todos los acompañantes eran idénticos, altos, robusto, vestidos con
un sobre todo negro y una gabardina negra, se asimilaban mucho a una
sombra, parecían ser fuertes, era imposible librarse de ellos, no
hablaban, solo te seguían vayas donde vayas.
Cierto día me propuse dar una vuelta por el patio vertical oeste, mi
acompañante pegado a mi, me encontré con quien en ese momento era mi
novia, el gobierno aprobaba el tener relaciones amorosos entre los
ciudadanos, pero no era así para los acompañantes, al acercarme a mi
prometida, nuestros respectivos acompañantes se miraron fijo, como se
nunca antes lo hubieran echo, y de la nada, del fondo de tu sobretodo
dos grandes armas, negras y poderosas, con las cuales apuntaron hacia
nosotros, mi acompañante apunto directo a los ojos de mi novia, mientras
que el suyo apunto directo a mi boca, sin mediar palabras, ambos
dispararon y el impacto hizo que tanto mi novia como yo cayéramos al
suelo, mientras me ahogaba en mi propia sangre, pude ver el rostro de mi
mujer cubierto de sangre, mientras el cuerpo le temblaba, trate de
pedirle disculpas y le tome la mano, pero al momento que hice esto, uno
de los acompañantes aplasto despeadamente mi mano, quebrando mis huesos,
y provocándome dolores incomparables, pero lo peor fue ver como el
restante acompañante aplasto desquiciadamente el estomago de mi novia,
yo mismo sentí el dolor que mis ojos veían, ahogada en sangre mi novia
murió instantáneamente, y con la poca vida que me quedaba, observe como
apuntaron su arma hacia mi, y todo se desvaneció.
Me desperté en una camilla de hospital, desorientando pero conciente
de que estaba vivo, estaba atado de pies a cabeza y sin poder mover un
músculo, tenia conectado unos cables a mi cabeza, y una pantalla gigante
frente a mi, donde debía por obligación ver ya que mis ojos estaban
centrados hacia allí. La pantalla comenzó a emitir sonidos dañinos para
el oído, e imágenes de guerra, muerte y otras barbaridades
espeluznantes, sentía como mi cerebro comenzaba a girar en torno a las
imágenes y figuras que provenían de ahí. Se abrió la puerta y cuatro
acompañantes entraron y con una particular sutileza, me colocaron un
sobretodo negro y un sombrero negro, me soltaron y no hice mas que
quedarme quieto e impactado.
El acompañante, guindándome el ojo me dijo, “el amor sobre todas las cosas”.
Utopía
Nada mas y nada menos, aquí estoy, solo como quizás Dios me trajo a este mundo. Pero no pertenezco aquí, mi vida se encuentra en un universo paralelo. Acompáñame en esta Loca aventura...
"La caminata de los personajes" (Cuento Propio)
“La muerte es solo el
comienzo”.
Salí tarde del trabajo ese
día, los transportes públicos ya no pasaban a esa hora, estaba muy oscuro y
frío, no tuve mas opción que irme caminando hasta mi hogar.
Al principio camine por la
calle principal, pero al cabo de una cuadras tuve que doblar en una calle
tenebrosa y algo despoblada, apresure el paso por si las dudas, hasta que un
auto se detuvo atrás mío, al observarlo trate de ignorarlo y seguir mi camino,
pero al tiempo que me movía, el auto se movía conmigo.
Las luces se volvieron más
incandescentes y la velocidad más rápida, sentí como el motor aumentaba su
potencia conforme yo aumentaba los pasos, me apresure aun mas, hasta el punto
que comencé a correr, el auto acelero mas, corrí y corrí, hasta que el auto
estuvo a mi alcance, me pare en medio de la calle, y gritándole le dije que era
lo que quería, por que me seguía. Un pequeño hombre salio del vehiculo, y me
dijo, que lo único que quería, era llevarme, le pregunte por que haría eso, y
me comento que la noche era fría, oscura y no era saludable que ande solo por
esos lugares.
Cuando me acerque al hombre
para verlo más de cerca, este, al ver mi rostro, se asusto completamente, y
subió rápidamente al auto, alejándose entre las oscuras sombras de la ciudad.
Continúe mi caminata
olvidando lo sucedido, el trayecto se hacia cada vez mas largo y tenebroso,
recuerdo que vi pasar algunos autos mas, a toda velocidad, muchos perros
aullando a la luna y demás cosas que no tenían importancia.
Cuando comencé a transitar
por una zona llena de callejones, donde
a veces se escuchaban gritos muy fuertes, sentí como si las piernas se me
desprendían, y mi vista disminuía, sin embargo, continúe caminando hasta que
escuche llantos provenientes de uno de los callejones, una anciana mujer
llorando golpeando su cabeza contra la pared, al escuchar que me acercaba a
verla, giro su cabeza volteando hacia mi, y con unos blancos ojos y un pálido
rostro, un cuerpo semi desnutrido lleno de moretones, rasguños y cortaduras,
con sus manos ensangrentadas y con un cuchillo en su mano, comenzó a cortarse
mientras me decía que todo esto lo hacia por el, por el, me pregunte yo, y la
mujer al escuchar mi voz, soltó el cuchillo y pidiendo perdón se retiro entre
las penumbras oscuras del callejón.
Desconcertado y asustado,
proseguí en mi camino, hasta llegar a un puente de piedra que conectaba a la
otra calle, por debajo se encontraba un río.
Al avanzar por el puente,
exactamente en la mitad del mismo, me tope con una mujer alta, delgada y
vestida con un largo camisón blanco, trate de continuar sin observarla ni
detenerme
Pero al pasar junto a ella,
se voltio hacia mi, y con una idioma completamente desconocido, comenzó a
entonar una canción escalofriante, mientras se sacaba la ropa. Completamente
desnuda, se lanzo al fondo del rió, desapareciendo en su inmensa profundidad.
Todo era muy raro, a tal
punto que ya me estaba asustando.
Me empezó a doler la cabeza,
que luego me provoco una mortal tos, no veía la hora que llegar a mi hogar y
poder descansar, las piernas comenzaron a responderme mal, pero ya casi estaba
cerca, no debía parar, una vez que llegara a casa, toda esa pesadilla
terminaría.
El paisaje viraba en torno a
cuantos más pasos yo daba, a veces se tornaba gris, a veces rojo, pero siempre
volvió a tu color negro, negro de noche. Y los animales, si lo animales, cada
vez mas extraños, parecían involucionar a cada momento. Pero al fin, ya estaba
en mi tramo final.
Algunos minutos más de
caminata, viendo como la noche cambiaba de tonalidad, y mi cuerpo se tornaba
cada vez más cansado, seguí caminando hasta que por fin pude ver la pequeña
entrada a mi casa, pero no todo era como siempre, muchos autos negros estaban
estacionados en la puerta, autos largos y negros.
Me acerque a puerta, y pude
observar varias personas vestida de negro, vestidas de luto, me apresure lo más
que pude y entre con gran inquietud. En el interior todo era llanto y
desolación, climas negros y tristes, muchas persona que conocía y otras no
tanto, traté de hablar con ellas, pero
al hablarles nadie emitía un sonido ni un gesto, nada, era como si yo fuera
invisible, ya estaba al punto de perder la razón y la cordura. Me acerque,
entre las flores y las sillas, para ver quien era el difunto, y quien era?, bueno
ustedes se imaginaran. Salí con todas las respuesta aclaradas y con las pocas
fuerzas que me quedaban, cruce la puerta, y mi figura se mezclo con la pobre
niebla que la noche abrazaba en su lindo y largo esplendor.
"Transmicion" (Cuento Propio)
“Donde están los demás
que habitan la Tierra”.
Estábamos casi todos en la
farmacia, como todos los días, compartiendo el día laboral, eran casi las 9 24
de la mañana, el sueño todavía estaba presente, entre todos somos
aproximadamente 11 trabajadores, los horarios son cortados, y de a rato el
trabajo se vuelve tenso.
Nunca pasaba nada fuera de lo
común, hasta ese día, algo realmente fuera de lo usual sucedió,
Estábamos todos abajo cuando
el ruido del fax empezó a sonar de tal manera, que subí a ver quien lo estaba
mandando, no figura nombre ni fecha, solo decía las palabras “No tengan miedo”.
Me pareció muy extraño ver esas simples palabras por el fax, puesto que
nosotros no habíamos dado señal alguna, pero bueno, podría tratarse de una
broma o alguien que se equivoco. Volví rápidamente a mis tareas cuando otra vez
el ruido del fax se escucho desde arriba, subí a toda marcha, y esta vez
figuraban las líneas “Falta poco”. El asunto se tornaba algo mas extraño de lo
normal, no obstante, uno de mis compañeros me llamo para decirme que los
empleados del Shopping estaban cerrando las puertas, baje rápido para
preguntarles por que hacían tal cosa, y me respondieron diciendo que una
tormenta bastante peligrosa se acercaba y que seria mejor cerrar las puertas
para no sufrir siniestros.
Le pregunte a uno de los
guardias si iban a mantener el Shopping cerrado por un largo tiempo, y solo me
contestaron que permanecerían así hasta que cese la lluvia. Continúe atendiendo
algunas personas, cuando otro fax llego, subí para revisarlo y decía “Cerrar
sus puertas, no los salvaran”, mi aliento comenzó a agitarse y la tensión se
hacia presente, quien estaba mandando estos mensajes tan raros, y por que, no
hallaba respuesta, ninguna respuesta, sin otra opción, decidí llamar a la
policía e informarle la situación, pero mientras me dirigía hacia el teléfono,
un fuerte viento comenzó a escucharse y sentí como si todo el Shopping
temblaba, no obstante, las luces se cortaron, en plena oscuridad, tome la
linterna, baje hasta abajo y busque a mis compañeros para contarles de los
extraños mensajes, afuera parecía como si un tornado arrasaría con todo, pero
adentro, lo peor estaba por venir, fuertes terremotos empezaron a destrozar de
a poco la farmacia y los pasillos del Shopping, no podíamos quedarnos ahí, era
muy peligroso. Fuimos a buscar a los guardias para ver si podían abrirnos las
puertas y buscar la forma de alegarse del lugar, buscamos y buscamos, pero parecía como si
todos se hubieran esfumado,
Las puertas estabas completamente
cerradas, los teléfonos sin línea, el viento y la lluvia cada vez se hacían mas
fuertes, volvimos rápidamente a la farmacia, a buscar celulares o herramientas
que nos ayuden a falsear las puertas, subí para buscar alguna llave, pero no
nada, lo único que había era un pequeño mensaje esperando ser leído en el fax,
me acerque con todo el temor del mundo, tome el tieso papel y lo leí casi sin
voz, “No tengas miedo, la única salvación es…” y ese era el final del
mensaje, pero como puede ser ese el final,
pensé, tiene que haber mas, enfurecido golpee el fax esperando la respuesta a
todo lo ocurrido, pero no, nunca llego.
Resignado baje y me di cuenta
que mis compañeros se encontraban parados, desnudos y firmes, en una fila
ascendente hacia la puerta que ahora se encontraba abierta y con una luz blanca
incandescente, uno de mis compañeros me comento – Solo faltas vos.-
Deje caer el mensaje entre
mis dedos, y con firmeza me dirigí hasta el interior de la luz blanca.
"Las esquinas" (Cuento Propio)
“Quien define al fantasma, quien lo ve, o a quien ve el”
La cinta era bastante aburrida pero perturbadora, daba miedo, sí que lo daba.
La habitación estaba muy oscura, hacía frío y estaba muy nublado. Lucas comenzó a tocar el bajo y a entonar notas raras, algunas sonaban como tritonos. Lo peor era su rostro, parecía endemoniado, realmente lo disfrutaba mucho pero era extraño.
Me incline sobre la silla y gire la cabeza hacia el extremo de la habitación y fue justo cuando lo vi, el espíritu, colgado de cabeza con los ojos tiesos, me observaba fijamente. Realmente me asusto mucho.
Volví a ver la cinta y el fantasma ya se había ido, a eso Lucas me comenta:
-Ayer soñé algo feo-
-¿Si?, contame - le dije yo.
-Termine de ver esa película rara que te conté, me fui a dormir y soñé que un niño pequeño, pálido y vestido de traje, me miraba fijo y sin moverse. Fue tan perturbador que me levante transpirado y muy asustado-
-Yo he soñado cosas peores- le comente -Pero no te las voy a contar.
En medio de la conversación, las luces se apagaron y vimos como la muñeca, casi endiablada, nos miraba desde la ventana y la habitación se cerró. Silencio atroz.
Ya no podíamos confiar en nadie, las paredes eran inoportunas, el techo distante y el resto de la casa inaccesible. Aunque las esquinas parecían ser la única salvación, las mismas estaban abiertas a lo paranormal, repleto de fantasmas sedientos de mal.
No nos quedaba otra opción más que terminar de ver la cinta cinematográfica y apreciar, de algún modo, como terminaría. Tal vez los protagonistas sobreviven, o quizás nosotros moriríamos, o quizás los fantasmas nunca existieron y estábamos locos. Tal vez, nosotros permanecíamos en la película, o, simplemente, estábamos en las esquinas, perturbando a los que nosotros creíamos que eran los fantasmas.
La habitación estaba muy oscura, hacía frío y estaba muy nublado. Lucas comenzó a tocar el bajo y a entonar notas raras, algunas sonaban como tritonos. Lo peor era su rostro, parecía endemoniado, realmente lo disfrutaba mucho pero era extraño.
Me incline sobre la silla y gire la cabeza hacia el extremo de la habitación y fue justo cuando lo vi, el espíritu, colgado de cabeza con los ojos tiesos, me observaba fijamente. Realmente me asusto mucho.
Volví a ver la cinta y el fantasma ya se había ido, a eso Lucas me comenta:
-Ayer soñé algo feo-
-¿Si?, contame - le dije yo.
-Termine de ver esa película rara que te conté, me fui a dormir y soñé que un niño pequeño, pálido y vestido de traje, me miraba fijo y sin moverse. Fue tan perturbador que me levante transpirado y muy asustado-
-Yo he soñado cosas peores- le comente -Pero no te las voy a contar.
En medio de la conversación, las luces se apagaron y vimos como la muñeca, casi endiablada, nos miraba desde la ventana y la habitación se cerró. Silencio atroz.
Ya no podíamos confiar en nadie, las paredes eran inoportunas, el techo distante y el resto de la casa inaccesible. Aunque las esquinas parecían ser la única salvación, las mismas estaban abiertas a lo paranormal, repleto de fantasmas sedientos de mal.
No nos quedaba otra opción más que terminar de ver la cinta cinematográfica y apreciar, de algún modo, como terminaría. Tal vez los protagonistas sobreviven, o quizás nosotros moriríamos, o quizás los fantasmas nunca existieron y estábamos locos. Tal vez, nosotros permanecíamos en la película, o, simplemente, estábamos en las esquinas, perturbando a los que nosotros creíamos que eran los fantasmas.
"Seguridad" (Cuento Propio)
“La seguridad es mayormente una superstición.”
Helen Keller
La noche era tranquila, como
casi siempre solía ser, salvo algún que otro borracho de la zona, como era de
costumbre, estaba en mi cabina, mirando una película y sofocado por el horrendo
calor, comiendo una pizza fría y una
cerveza rancia, que vida!, si linda vida, soy un guardia de seguridad de una
empresa importante, lo único que tenia que hace era vigilar el estacionamiento
y controlar que todo este bien.
Una de las tantas noches de
trabajo, ocurrió un hecho un tanto extraño, aburrida, como todas las noches, en
un vistazo pude captar la figura de una pequeña niña por la cámara que miraba
fijo hacia la misma, tal vez estaba perdida, era lo único que podía imaginar.
Me levante de la silla y fui al estacionamiento a ver si podía ayudarla, mas
extraño fue aun cuando al bajar, me di cuenta que allí no había nadie mas que
escasos autos y un pobre perro asustado.
Volví a mi cabina, me senté,
y seguí viendo la televisión cuando nuevamente observe la pantalla de la
computadora, y nuevamente volver a ver a la pequeña niña, un tanto aterrador,
volví al estacionamiento pero nada se encontraba allí.
A la noche siguiente después
de saludar a mi compañero, tome la cabina de nuevo y esta vez me traje un libro
para leer y una rica tarta echa por mi hermana, entre bocados y paginas, el sueno me iba
ganando, pero mis sentidos revivieron cuando por la cámara, volví a ver la
pequeña niña, pero esta vez detrás de ella pude ver la figura de un hombre, empuñando
un cuchillo y yendo directo hacia la pequeña. Rápidamente deje lo que estaba
haciendo y fui a corriendo al lugar, para luego darme cuenta que no había
nadie, mas que un silencio eterno. La situación ya se volvía extraña y aterradora,
acaso era un fantasma o una invención mía, muy pronto lo tendría que averiguar.
Decidí inspeccionar la
conexión de la cámara y todo estaba bien, dar una vuelta por el estacionamiento
pero nada, todo estaba bien. La tercera noche trate de prestar mucha atención a
la cámara en al cual había aparecido la niña, trate de captar el momento exacto
en el cual ella se presentaba, pero mi atención fallo cuando me di cuenta que
esta vez, ella figuraba en otra pantalla, y no lo hacia sola, sino que esta
vez, una figura de un hombre alto, robusto, a cual no podía verle el rostro,
puesto que tenia una gorra negra, se encontraba parada detrás de ella,
observándola, de repente saco su arma y le apunto a la niña. Tan pronto como vi
eso, salí corriendo hacia el estacionamiento, pero, como ya es de costumbre, no
había nada.
Aun mas raro fue cuando una
noche, pude observar solo al hombre, pero esta vez, apunto su arma hacia la
cabeza, no tenia nada que perder así que corrí para intentar detenerlo, pero
nada.
Las siguientes noches se
volvieron mas turbias y extrañas, la misma situación se repetía cada noche,
cada bendita noche, y yo ya no era el mismo,
aguardaba a que la patetita escena que lograba apreciar todas las noches
cambiara en algún momento, pero no, todas las noches era la misma, hasta que un
día, todo fue diferente, en la cámara se pudo apreciar a la niña sola, sin la
figura negra que antes se veía, supuse que el otro personaje haría acto de
presencia en algún instante, por lo tanto, me dirigí rápido hacia el
estacionamiento, pero en lugar de encontrar a la pequeña, me tope con el
hombre, alto, cubierta por una campera gigante, una gorra negra, era imposible
distinguir su rostro. Terrorífico, se encontraba parado frente a mi, trate de
hablar con el, le pregunte quien era y si necesitaba algo, si era del edifico,
si estaba perdido, pero nada, el hombre no emitía sonido alguno, hasta que de repente saco un arma de su bolsillo,
al ver esto me asuste y no tuve mas remedio que decirle que se calme y baje su
arme, poniendo mis manos sobre la mía, y en medio de la nada, la pequeña niña
se asomo desde la oscuridad gritando con todas sus fuerzas, al verla corrí
hacia ella para percatarme que nada le sucediera, cuando voltee para volver a
ver aquel hombre, ya no estaba.
Lo aun mas sorprende fue que
al tomar a la niña, estaba pataleaba y hacia todo tipo de movimientos para
soltarse, cuando cansado le dije por que quería escaparse de mi, si intentaba
ayudarla, malhumorada y sin responder una palabra, corrió por el pasillo para
esconderse entre los autos, cuando me decidí ir a buscarla, y asombrado pude
ver que la niña se encontraba junto a ella tomada de la mano, supuse que tenían
algún tipo de parentesco, iba directo a conversar con ellos, cuando al intentar
acercarme el hombre tomo nuevamente su arma, y me disparo directo en un hombro,
por el impacte caí al piso, y me arrastre detrás de un auto, con mucho dolor,
pude apreciar que la sombra del sujeto se hacia cada vez mas grande, obvie que se acercaba hacia mi, por lo tanto
decidí esconderme hacia el otro extremo del auto, cuando finalmente se asomo,
cegado por la ira, dispare y dispare sobre el, cuando me acerca al mismo,
descubrí con todo horror, que el cuerpo tendido, moribundo y al borde de la
muerte, era ni mas ni menos que la pequeña, no podía entender como era posible,
mire alrededor pero el hombre no se encontraba, en llantos y mirando a la pobre
niña, la cual con sus ultimas fuerza, apunto su mano directo a la cámara, hasta
finalmente dejo de respirar, y murió.
Me bloqueé con la imagen de
la niña apuntando a la cámara, tratando de descifrar que me quiso decir, cuando
finalmente lo descubrí, era yo, siempre fui yo, las imágenes que Observer por
la cámara, eran mis imágenes, en el estacionamiento, matando aquella pobre
niña, sin ninguna razón, tome la ultima decisión, tirado en el suelo frente al
cuerpo y como antes dije, sin nada que perder, tome mi arma, y decidí cumplir
una de las imágenes que había contemplado en la cámara, apunte el arma sobre mi
cabeza, con toda… seguridad.
"Aerosilla" (Cuento Propio)
“¿Ficción o realidad?, difícil de explicar.”
Los primero rayos de sol impactaron contra mi rostro,
forzándome a abrir los ojos y despertar de un sueño profundo, parecía que venia
de una borrachera increíble, me dolía la cabeza, y tenia ganas de vomitar, al
volver a la realidad, me di cuenta que estaba en una aerosilla, solo, andando
por montañas y montañas sin fin, si en una aerosilla, sucia, oxidada y en mal
estado, suena muy extraño, era una mañana temprano, veía las otras aerosillas
que volvían, pero todas vacías, las montañas cubiertas de nieve, sin ninguna
rastro de ser vivo, bueno, supuse que me había quedado dormido en el trascurso
del viaje, pero no tenia noción de cuanto tiempo había dormido.
Los skies estaban dañados, y mi campera algo sucia, hacia un
poco de frío, y de a poco se comenzaba a nublar, de repente vi algunas personas
por debajo de mí, trate de gritarles y preguntarles cuanto faltaba para llegar
a la cima, pero no me escuchaban.
El tiempo pasaba y la aerosilla seguía su rumbo, ya se
estaba tornando turbio, me parecía totalmente raro que aun no llegaba, la noche
y el frío ya se apoderaban del ambiente, y los nervios se hacían
presentes, a lo largo comencé a apreciar
unos destellos de luz, que cada vez
hacían mas graves, decidí recostarme, tranquilizarme y mirar el cielo,
sin una estrella , nublado, con ganas de llover, empecé a reflexionar que podía
estar pasando, pero algo me distrajo, ahora los destellos se desplazaban de un
lado al otro en el cielo, parecía de película, pestañee y pestañee, hasta que
los destellos se fueron, levante la cabeza y ,juro por Dios, que ahora si me
asuste, en vez de subir hacia la cima, estaba bajando, demasiado extraño para
creerlo, la niebla disipaba todo alrededor. Ya no sabía que mas hacer, decidí
dejar una pequeña “N” marcada en el extremo de la silla, ante cualquier cambio
de último tiempo. Acaso era un sueño,
mientras debatía conmigo mismo, unos pequeños ruidos se oían de atrás, con la
niebla no pude lograr ver que era, cuando me doy vuelta nuevamente hacia
delante veo una figura un tanto fantasmal viéndome desde la aerosilla
siguiente, los ojos tiesos y luminosos, mirándome fijo y directo, trate de hacerle señas y le grite con mucha
fuerza, pero no daba un gesto de vida, no obstante, oí otro ruido proveniente
de atrás, ni más ni menos que otro fantasma, y en la aerosilla contigua, otro,
y otro, así hasta que logre disipar a todos los fantasmas en sus respectivas
aerosillas, estaba más que claro, todo era un sueño, todo eso era irreal. Todos
mis delirios fueron interrumpidos por un salto y abarrote por parte de estos
seres, uno de ellos se colgó en mi aerosilla, causando que esta se tambalee, mi
mochila se cayó, mi abrigo también, pero lo peor no era eso ahora veía a ese ser más de cerca, alto, grande,
cubierto de pelaje, garras afiladas, ojos bien grandes y una mandíbula cubierta
de dientes, y con instinto asesino.
Permanecí inmóvil, mientras este me observaba fijo, cuando
trate de tomar uno de mis skies, el infame mordisco de la bestia hirió mi brazo
y seguido mi entrepierna, los gritos de dolor y la sangre cubría todo el
panorama, era el fin, la pesadilla acabaría de la peor manera, mis ojos tiesos
y mi corazón latente no sabía qué hacer, estaba sin salida alguna, me arme de
valor y trate de golpearlo o empujarlo, fue un entre pleito extremo, mi vida
corría peligro, golpee a mas no poder, arrojando mis puños por doquier, pero no
era suficiente la criatura seguía saltando, subiendo, empujando, cambie de
posición hacia el extremo de la aerosilla, una pierna la tenia inmóvil, me
levante como pude y no me quedo otro remedio que colgarme del cable conector, pero
la insaciable bestia imito la acción, no tuve otra opción, me abalance contra
ella, pero no había salvación su fuerza era infinita, rendido deje caer el
cuerpo y mientras era devorado, entres llanto y agonía, pude observar la
salvación, el final del recorrido estaba próximo, sabía que debía lograr llegar
hasta ahí, así que enterré mis dedos en el interior de los ojos de la criatura,
cuando estaba casi ciega, asfixie su cuello para ganar tiempo y llegar al
final, medio muerto, tenía la bestia encima, pero ya casi llegaba, tan solo
estaba a unos pasos, -lo lograré, lo voy a hacer- repetía, cuando finalmente
toque suelo firme. Todo se interrumpió.
-Disculpe, señor, ha llegado al final del trayecto, creo que
le gano el sueño- esas palabras provenían del guarda del cerro.
Totalmente consciente, pude ver que mis estado estaba
optimo, la aerosilla estaba intacta, el día soleado y la montana rodeada de
personas. Baje de la aerosilla y camine firme por la nieve, cuestionándome si
todo fue un sueño, una alucinación, pero lo importante era que estaba en el
realidad, vivo y sano. Mientras me encaminaba a la salida del cedro, observe,
con todo el temor y nerviosismo, la pequeña “N” marcada en una aerosilla, de no
cree que todo no fue un sueño, todo había sido real, corrí gritando que
detuvieran el sistema, pero nadie me oía, seguí gritándole a la persona que iba
subiendo en esa máquina infernal, pero era muy tarde, la dicha aerosilla se
elevo por los cielos, alto y lejos, mientras la niebla se apoderaba del lugar,
los truenos se hacían presentes y las nubes negras tornaban el bello cielo de
oscuridad.
"Lealtad" (Cuento Propio)
“La
grandeza de una nación y su
progreso moral pueden ser juzgados. Por
la forma en que ésta trata a sus animales”.
Gandhi. Abogado y político indio.
Gandhi. Abogado y político indio.
Mi nombre es Ángela. Vivo en el barrio porteño de Flores y la siguiente historia es acerca del amor, el cariño y la lealtad que recibí por parte de un hombre y de un... perro. Yo vivía con mi abuelo, llamado Francisco, quien se caracterizaba por ser un hombre duro y regio, pero siempre predispuesto y de buen corazón.
Debido a su edad, tenía algunos problemas de corazón y, lamentablemente, padecía de un cáncer muy severo que lo tenía en cama para mantenerse en reposo.
Muy triste fue cuando su situación se torno tan delicada que tuvo que ser transferido al hospital más cercano. Mis nervios y mi ansiedad que aguardaban conmigo se vieron interrumpidos por mis llantos y angustia cuando el doctor me dijo que no había nada más que hacer, solo era cuestión de tiempo y lo mejor era terminar con su estado para que no sufriera más.
El amable doctor me dejo verlo para poder despedirlo por última vez, y nos dejo a solas para tener privacidad. Las lágrimas no me permitían hablar mucho, lo único que pude hacer es abrazarlo, darle muchos besos y decirle que la vida fue muy injusta, que lo amaba y que siempre lo llevaría dentro de mi corazón. Mi abuelo, casi sin voz ni fuerza, me respondió que me amaba con toda su alma y que siempre me cuidaría, sea cual sea la forma.
Horas más tarde falleció en paz y sin dolor. Yo creía que mi vida ya no tenia sentido, me había quedado totalmente sola, pues el era la única familia que me quedaba. Pero lo que sucedería después, me recobraría el espíritu.
Algunos días más tarde, mientras iba al supermercado, encontré a un pequeño perrito asustado y con mucho frió. Me apenó tanto que decidí llevarlo hasta mi casa, darle un poco de agua, algo de comer y algunas caricias, acciones que me agradecía con un meneo de cola y saltos de alegría.
La mañana siguiente me encontraba en mi casa limpiando algunas cosas y viendo una película romántica. Como es de costumbre, siempre trato de hacer varias tareas juntas: dejar cargando agua para regar las plantas, la cafetera trabajando y la bañera con el agua abierta para que se vaya llenando y, como mi cabeza estaba metida en varias cosas, la ducha sobrepaso los limites y inundo todo el baño. Como tenía algunos enchufes cerca, hubo un pequeño cortocircuito y, por desgracia, una inevitable explosión.
Justo cuando entre para comprobar que pasaba, una segunda explosión impactó directo contra mí, dejándome casi inconsciente en el suelo.
La desesperación y el miedo se apoderaban de mí, cuando el fuego y el humo se propagaban por toda la casa, y yo no tenía ni fuerzas para levantarme.
Mi respiración comenzó a disminuir y mi vista estaba casi nula. Cuando pensé que ya no había salida, fue ahí cuando el perro, el mismo que había salvado, tuvo la lealtad y valentía de atravesar las llamas del fuego y arrastrarme hasta la puerta para luego salir hacia la calle a ladrar y advertir a los vecinos.
Los bomberos y ambulancias no tardaron en llegar.
En cuestión de minutos, todos ya estaban brindando su ayuda. Mi casa había quedado completamente destruida.
Ya estando a salvo y fuera de peligro, sentada en la camilla no sacaba mi mirada de aquel perro. Si no fuera por él, no estaría viva.
Mientras lo acariciaba lentamente, un grupo de ancianos se acercaron a mí y me dijeron que el perro les pertenecía y que lo habían reconocido por la televisión cuando vieron el accidente del incendio.
No tuve otra opción más que entregarlo. Le di las eternas gracias y lo despedí con mucho cariño.
Mientras se alejaban, me acorde que no tenia idea de cual era el nombre de mi pequeño salvador. Por lo tanto, le pregunte amablemente a sus dueños e instantáneamente los llantos volvieron hacia mi.
El perro, cuya lealtad y amor salvaron mi vida, se llamaba simplemente... Francisco.
Debido a su edad, tenía algunos problemas de corazón y, lamentablemente, padecía de un cáncer muy severo que lo tenía en cama para mantenerse en reposo.
Muy triste fue cuando su situación se torno tan delicada que tuvo que ser transferido al hospital más cercano. Mis nervios y mi ansiedad que aguardaban conmigo se vieron interrumpidos por mis llantos y angustia cuando el doctor me dijo que no había nada más que hacer, solo era cuestión de tiempo y lo mejor era terminar con su estado para que no sufriera más.
El amable doctor me dejo verlo para poder despedirlo por última vez, y nos dejo a solas para tener privacidad. Las lágrimas no me permitían hablar mucho, lo único que pude hacer es abrazarlo, darle muchos besos y decirle que la vida fue muy injusta, que lo amaba y que siempre lo llevaría dentro de mi corazón. Mi abuelo, casi sin voz ni fuerza, me respondió que me amaba con toda su alma y que siempre me cuidaría, sea cual sea la forma.
Horas más tarde falleció en paz y sin dolor. Yo creía que mi vida ya no tenia sentido, me había quedado totalmente sola, pues el era la única familia que me quedaba. Pero lo que sucedería después, me recobraría el espíritu.
Algunos días más tarde, mientras iba al supermercado, encontré a un pequeño perrito asustado y con mucho frió. Me apenó tanto que decidí llevarlo hasta mi casa, darle un poco de agua, algo de comer y algunas caricias, acciones que me agradecía con un meneo de cola y saltos de alegría.
La mañana siguiente me encontraba en mi casa limpiando algunas cosas y viendo una película romántica. Como es de costumbre, siempre trato de hacer varias tareas juntas: dejar cargando agua para regar las plantas, la cafetera trabajando y la bañera con el agua abierta para que se vaya llenando y, como mi cabeza estaba metida en varias cosas, la ducha sobrepaso los limites y inundo todo el baño. Como tenía algunos enchufes cerca, hubo un pequeño cortocircuito y, por desgracia, una inevitable explosión.
Justo cuando entre para comprobar que pasaba, una segunda explosión impactó directo contra mí, dejándome casi inconsciente en el suelo.
La desesperación y el miedo se apoderaban de mí, cuando el fuego y el humo se propagaban por toda la casa, y yo no tenía ni fuerzas para levantarme.
Mi respiración comenzó a disminuir y mi vista estaba casi nula. Cuando pensé que ya no había salida, fue ahí cuando el perro, el mismo que había salvado, tuvo la lealtad y valentía de atravesar las llamas del fuego y arrastrarme hasta la puerta para luego salir hacia la calle a ladrar y advertir a los vecinos.
Los bomberos y ambulancias no tardaron en llegar.
En cuestión de minutos, todos ya estaban brindando su ayuda. Mi casa había quedado completamente destruida.
Ya estando a salvo y fuera de peligro, sentada en la camilla no sacaba mi mirada de aquel perro. Si no fuera por él, no estaría viva.
Mientras lo acariciaba lentamente, un grupo de ancianos se acercaron a mí y me dijeron que el perro les pertenecía y que lo habían reconocido por la televisión cuando vieron el accidente del incendio.
No tuve otra opción más que entregarlo. Le di las eternas gracias y lo despedí con mucho cariño.
Mientras se alejaban, me acorde que no tenia idea de cual era el nombre de mi pequeño salvador. Por lo tanto, le pregunte amablemente a sus dueños e instantáneamente los llantos volvieron hacia mi.
El perro, cuya lealtad y amor salvaron mi vida, se llamaba simplemente... Francisco.
Feliz dia internacional de la Mujer
Como todos saben hoy, el dia Viernes 08 de 2013, se conmemora el dia internacional de la mujer, impuesto basicamente por la lucha y la perseverancia de aquellas mujeres que impusieron un cambio con el fin de que sean tratadas como lo que realmente son, respetando mas que nada, sus derechos. Respetemoslas.
Feliz dia a todas las mujeres del mundo.
Feliz dia a todas las mujeres del mundo.
Tesis sobre un homicidio (2013)(Critica)
Roberto Bermúdez (Ricardo Darín) es un abogado reconocido,
inteligente y sobrellevado, separado y apasionado por su trabajo, que dicta sus
clases de seminario sobre Derecho Penal. Entre sus tantos alumnos, sobresale la
figura de Gonzalo (Alberto Ammann) hijo de un antiguo amigo juez
de Roberto, Gonzalo se caracteriza por ser respetuoso, responsable, de buen
parecer e inteligente, que tiene grandes aspiraciones y admiraciones hacia
Roberto.
Una noche, mientras se dictaba la clase, esta fue
interrumpida por gritos y sirenas, los alumnos y el mismo Roberto, pudieron
observar la figura de una mujer asesinada en el suelo, la policía y el
peritaje, no pudieron aportar gran información sobre el caso, y como Roberto
veía en la mujer un gran parecido, decidió profundizar en el asunto, y comenzó
un riguroso procedimiento para encontrar al culpable, tanto así que su
soberbia y avaricia lo lleva a pensar
que Gonzalo fue el autor del crimen, y no va a detenerse hasta que se sepa la
verdad, mediante su tesis.
Muy buena película, mas allá que sea del cine nacional, me
parece muy atrapante, la actuación de Darin es impecable, encarna al personaje de manera perfecta,
riguroso, entusiasta y sin perder su toque cómico.
Si bien la película carece de grandes dotes estéticos y
sonoros, conlleva al los espectadores a tomar una posición de intriga y
misterio, hasta que todo se resuelve en su final, para mi, un final abierto,
tanto que sea todo una alucinación de Roberto, o que en realidad la tesis fue
acertada.