Sentado en la arena observo la orilla
Teñida de rojo con sangre y dolor
Veleros lejanos que huyen deprisa
Buscando salida en cegada visión
Casas vacías, pueblos fantasmas
Refugios repletos de mentes malignas
Rezando por viles almas insanas
Que mueren en tumbas eternas y dignas
Ahora me encuentro solo y seguro
Aguardo con ansias el oscuro bestial
Las luces se apagan y caigo desnudo
Me entrego al oscuro y horrible final.