Estábamos tan tristes y mal acompañados
Que vimos en un instante todo alejarse
Las luces se fueron lentamente apagando
Y el resto de la gente comenzó a asesinarse
Como si fuera un festín sangriento
Los gritos no tardaron en llegar
Con todo ese horrible sufrimiento
Mis manos de sangre cubiertas estarán
Aquellos que buscaron con ansias mi muerte
Tengan en cuenta que aun sigo vivo
Los buscare en cada rincón a su suerte
Y morderé sus pies como castigo.