Aguardo con ganas sentando en mi trono
Que vengas corriendo hasta mi salón
Que luches con fuegos y armas pesadas
Y acabes con todo lo de alrededor
No pienses nunca en ser derrotado
Tu arco y tu flecha darán esplendor
Matando a quien sea que no este de tu lado
Manchadas de sangre estarán sin razón
No tengas clemencia, pues nada te obstruye
Eres tan fuerte como un luchador
Más grande y sabio que cualquier soldado
Y con noble y humilde gran corazón
Mi imperio te espera con gloria y fortuna
Y grandes aplausos de un gran vencedor
No bajes los brazos ni por un segundo
Que el pueblo ya tiene su fiel salvador.