Eterno néctar sagrado y culposo
Cubierto de escamas doradas del mar
Fluyendo en el agua cristal de montaña
Probando el fruto del vientre ancestral
Bonitas alas emprenden su vuelo
Flotando en almíbar con dulce sabor
Coronas de gloria cubiertas de rosas
Emprenden el viaje de un sin fin de luz
Espectros dispersos en nubes blancas
Sentados en un trono de sangre y sudor
Clavando la estaca que derrumba el alma
Y expande en la tierra su oscura
traición.