“Donde están los demás
que habitan la Tierra”.
Estábamos casi todos en la
farmacia, como todos los días, compartiendo el día laboral, eran casi las 9 24
de la mañana, el sueño todavía estaba presente, entre todos somos
aproximadamente 11 trabajadores, los horarios son cortados, y de a rato el
trabajo se vuelve tenso.
Nunca pasaba nada fuera de lo
común, hasta ese día, algo realmente fuera de lo usual sucedió,
Estábamos todos abajo cuando
el ruido del fax empezó a sonar de tal manera, que subí a ver quien lo estaba
mandando, no figura nombre ni fecha, solo decía las palabras “No tengan miedo”.
Me pareció muy extraño ver esas simples palabras por el fax, puesto que
nosotros no habíamos dado señal alguna, pero bueno, podría tratarse de una
broma o alguien que se equivoco. Volví rápidamente a mis tareas cuando otra vez
el ruido del fax se escucho desde arriba, subí a toda marcha, y esta vez
figuraban las líneas “Falta poco”. El asunto se tornaba algo mas extraño de lo
normal, no obstante, uno de mis compañeros me llamo para decirme que los
empleados del Shopping estaban cerrando las puertas, baje rápido para
preguntarles por que hacían tal cosa, y me respondieron diciendo que una
tormenta bastante peligrosa se acercaba y que seria mejor cerrar las puertas
para no sufrir siniestros.
Le pregunte a uno de los
guardias si iban a mantener el Shopping cerrado por un largo tiempo, y solo me
contestaron que permanecerían así hasta que cese la lluvia. Continúe atendiendo
algunas personas, cuando otro fax llego, subí para revisarlo y decía “Cerrar
sus puertas, no los salvaran”, mi aliento comenzó a agitarse y la tensión se
hacia presente, quien estaba mandando estos mensajes tan raros, y por que, no
hallaba respuesta, ninguna respuesta, sin otra opción, decidí llamar a la
policía e informarle la situación, pero mientras me dirigía hacia el teléfono,
un fuerte viento comenzó a escucharse y sentí como si todo el Shopping
temblaba, no obstante, las luces se cortaron, en plena oscuridad, tome la
linterna, baje hasta abajo y busque a mis compañeros para contarles de los
extraños mensajes, afuera parecía como si un tornado arrasaría con todo, pero
adentro, lo peor estaba por venir, fuertes terremotos empezaron a destrozar de
a poco la farmacia y los pasillos del Shopping, no podíamos quedarnos ahí, era
muy peligroso. Fuimos a buscar a los guardias para ver si podían abrirnos las
puertas y buscar la forma de alegarse del lugar, buscamos y buscamos, pero parecía como si
todos se hubieran esfumado,
Las puertas estabas completamente
cerradas, los teléfonos sin línea, el viento y la lluvia cada vez se hacían mas
fuertes, volvimos rápidamente a la farmacia, a buscar celulares o herramientas
que nos ayuden a falsear las puertas, subí para buscar alguna llave, pero no
nada, lo único que había era un pequeño mensaje esperando ser leído en el fax,
me acerque con todo el temor del mundo, tome el tieso papel y lo leí casi sin
voz, “No tengas miedo, la única salvación es…” y ese era el final del
mensaje, pero como puede ser ese el final,
pensé, tiene que haber mas, enfurecido golpee el fax esperando la respuesta a
todo lo ocurrido, pero no, nunca llego.
Resignado baje y me di cuenta
que mis compañeros se encontraban parados, desnudos y firmes, en una fila
ascendente hacia la puerta que ahora se encontraba abierta y con una luz blanca
incandescente, uno de mis compañeros me comento – Solo faltas vos.-
Deje caer el mensaje entre
mis dedos, y con firmeza me dirigí hasta el interior de la luz blanca.